Roald Dahl también dejó su huella en la TV

No cabe ninguna duda de que Roald Dahl, el autor británico de familia noruega que marcó el siglo XX con sus textos ha sabido también marcar la industria cinematográfica gracias a las adaptaciones de sus obras. Películas como Matilda, Las Brujas o también personajes como Willy Wonka, quien acaba de retornar a la pantalla grande de la mano del joven actor Timothée Chalamet son parte de la memoria de generaciones de niños y niñas que crecieron con ellos.

Sin embargo, el cine no es el único que se ha beneficiado de las historias de Roald Dahl, la televisión también ha sabido hacer lo mismo, aunque a menor escala.

Como destacamos en el artículo donde repasábamos la vida y obra de Roald Dahl a principios de esta semana, el autor británico, durante sus años de vida, también tuvo un acercamiento a la industria audiovisual trabajando como guionista y hasta adaptando su propia obra, como hizo con la primera versión de su novela Charlie and the Chocolate Factory, que dio como resultado el filme de 1971 protagonizado por Gene Wilder.

En televisión también hizo lo suyo: si revisamos su filmografía, descubriremos que entre los años 1950 hasta el 1989, poco antes de su muerte, Dahl estaba profundamente comprometido con su tarea como guionista. Entre sus proyectos más destacables debemos mencionar Way Out, una serie antológica que se emitió en 1961 a través de la CBS en la que no solo se adaptó alguno de sus cuentos (pensados para audiencias más maduras, que coqueteaban todavía más con el horror y el espanto), sino que además lo tenía al mismísimo Dahl como host del programa.

Inicialmente, Roald Dahl solo tenía planeado aparecer en los primeros tres episodios de Way Out, y lo hacía solo como una mera forma de conseguir dinero (dinero que, vale la pena decir, precisaba con urgencia para pagar cuentas médicas de su hijo), pero finalmente el trabajo lo convenció y decidió quedarse hasta el final del show, 25 episodios después, cuando la CBS decidió abandonar el proyecto debido a las quejas de los espectadores por lo espeluznantes de las historias.

También en plan antología, Roald Dahl tuvo un programa sumamente similar al de Alfred Hitchcock (Alfred Hitchcock Presents) titulado Tales of the Unexpected, que se basaba, al menos en su primera temporada, en cuentos de Dahl publicados en sus antologías Tales of the Unexpected, Kiss, Kiss y Someone Like You.

A Tales of the Unexpected le fue bastante mejor que a Way Out: la serie, que se emitía por ITV, contó con más de 100 episodios y se mantuvo al aire desde 1979 hasta 1988. Sin embargo, cabe aclarar que las historias de Dahl se encuentran solo en las primeras temporadas, mientras que luego se le cedió la pluma a otros autores.

Tales of the Unexpected presentaba historias al estilo de Roald Dahl: algo siniestras, algo cómicas y siempre, pero siempre, con un final impredecible.

Aunque su influencia sigue siendo pujante en la industria audiovisual hoy en día, las historias de Roald Dahl no han pasado tanto tiempo en la pantalla chica: sus mundos infantiles pero con tintes oscuros han sido muchas más veces adaptados al cine y al teatro que a la televisión.

Si dejamos atrás estas aventuras del mismísimo Dahl como guionista, tenemos que irnos hasta el 2016 para volver a encontrarnos con él en la TV: fue en ese año que estrenó Revolting Rhymes, una adaptación de la colección de poemas paródicos escritos por Roald Dahl que se burla de los relatos más tradicionales como Cenicienta, Blancanieves y tantos otros.

Revolting Rhymes fue escrita y dirigida por Jakob Schuh y Jan Lachauer, quienes tomaron los seis relatos de los que Dahl realizó parodias en sus poemas y los entrecuzaron en un filme de dos partes. La primera parte, cabe destacar, estuvo nominada a los Premios de la Academia como Mejor Corto Animado.

Por otro lado, en este 2023 Roald Dahl volvió a asomar sus historias en la pantalla chica, esta vez de la mano de Netflix, que convocó a Wes Anderson, un confeso fanático de Dahl, para dirigir cuatro cortometrajes basados en las historias del autor británico.

Estos cortometrajes, que contaron con un elenco brillante con nombres como Benedict Cumberbatch, Dev Patel, Ralph Fiennes y Rupert Friend, entre otros (algo que no asombra a los fanáticos de Anderson, que están acostumbrados a sus elencos corales plagados de estrellas), adaptan cuatro historias: El cisne, Veneno, El desratizador y La maravillosa historia de Henry Sugar, quizás el más logrado de los cuatro, con un Cumberbatch alucinante.

Al pensar en Roald Dahl y en cómo en vida el autor se involucró con la industria audiovisual, no sorprende encontrar tantas de sus historias adaptadas: el genio de este autor del siglo XX estaba profundamente relacionado con el cine y la televisión, con su ritmo, con sus vueltas de tuerca y con su capacidad de sorprender a través del humor y del uso de lo siniestro.

Si bien es cierto que su huella es mucho más profunda en el cine, fue en la pantalla chica donde el mismo Dahl participó poniendo el cuerpo, por lo que solo podemos esperar a que más de sus historias lleguen a adaptarse, ya sea como cortometrajes, antologías o filmes pensados para televisión.