La Navidad ha sido utilizada en el cine como mucho más que una celebración. En manos de ciertos directores y guionistas, estas fechas se convierten en un recurso narrativo cargado de ironía, tensión o melancolía.
Las siguientes películas no buscan transmitir el espíritu festivo tradicional. Al contrario, aprovechan la Navidad como escenario para hablar de miedo, violencia, deseo, soledad o caos. Aquí un recorrido por nueve películas ambientadas en Navidad no navideñas que lo demuestran.
Residencia macabra [Black Christmas] (1974)
Dentro del cine de terror, pocas películas han utilizado la Navidad de forma tan perturbadora como Residencia macabra. La historia se desarrolla en una residencia universitaria durante las vacaciones decembrinas, cuando muchas estudiantes han regresado a casa.
Ese vacío típico de la temporada se convierte en el caldo de cultivo perfecto para el horror. Las luces navideñas, lejos de ser reconfortantes, intensifican la sensación de vulnerabilidad y aislamiento.
La película no ofrece consuelo ni redención. La Navidad solo funciona como un recordatorio de lo expuestos que pueden estar los personajes cuando el mundo “debería” ser seguro.
Gremlins (1984)
A primera vista, Gremlins parece una película navideña. Hay regalos, villancicos, árboles decorados y hasta una criatura comprada como obsequio.
Sin embargo, el tono rápidamente se vuelve caótico, cruel y satírico. La Navidad no es el mensaje, sino el detonante del desastre. Todo ocurre precisamente porque se trata de una época de consumo impulsivo y decisiones mal pensadas.
Más que celebrar las fiestas, la película se burla de ellas y del comportamiento humano que suelen provocar.
Arma mortal [Lethal Weapon] (1987)
Arma mortal se sitúa claramente durante la temporada navideña, pero su enfoque está muy lejos de cualquier celebración. Desde su inicio, la película deja claro que el centro de la historia es la violencia y el trauma psicológico.
El personaje de Martin Riggs atraviesa una profunda depresión, y la Navidad solo acentúa su desconexión emocional. Mientras otros personajes decoran sus casas o se reúnen en familia, él lucha con pensamientos autodestructivos.
La festividad no suaviza el relato. Lo vuelve más incómodo.
Duro de matar [Die Hard] (1988)
Quizá el caso más debatido de todos. Duro de matar ocurre durante una fiesta de Navidad en un rascacielos corporativo, y las referencias a la fecha son constantes.
Sin embargo, la película es un thriller de acción puro. Explosiones, disparos y tensión dominan la narrativa. La Navidad funciona como ironía y como excusa para reunir a los personajes en un mismo espacio.
No hay moraleja navideña tradicional. Hay ingenio, supervivencia y espectáculo.
Batman regresa [Batman Returns] (1992)
En manos de Tim Burton, la Navidad se transforma en algo oscuro y melancólico. Batman regresa presenta una Ciudad Gótica cubierta de nieve, luces y adornos, pero emocionalmente fría y corrupta.
Los villanos de la historia, especialmente El Pingüino y Gatúbela, están marcados por el abandono y la marginación. La Navidad no trae esperanza, solo resalta su condición de excluidos.
Es una película profundamente invernal, pero nada festiva.
Ojos bien cerrados [Eyes Wide Shut] (1999)
Stanley Kubrick sitúa Ojos bien cerrados en plena temporada navideña, con luces decorativas presentes en casi cada escena. Sin embargo, la historia es una exploración fría y perturbadora del deseo, la infidelidad y la identidad.
La Navidad actúa como una máscara. Detrás del brillo y los colores cálidos se esconde una relación fracturada y una inquietud constante.
Aquí, la festividad no representa unión, sino desconexión.
Atrápame si puedes [Catch Me If You Can] (2002)
Aunque no toda la película ocurre en Navidad, algunas de sus escenas más importantes sí. Steven Spielberg utiliza estas fechas para subrayar la soledad emocional de Frank Abagnale Jr..
Cada Navidad es un recordatorio de que, pese a su ingenio y éxito como estafador, el protagonista carece de un verdadero hogar. Mientras el mundo se reúne, él está solo.
La Navidad se convierte en símbolo de ausencia, no de celebración.
Entre besos y tiros [Kiss Kiss Bang Bang] (2005)
Esta comedia negra criminal utiliza la Navidad como un recurso irónico constante. Ambientada en Los Ángeles durante las fiestas, la película combina asesinatos, humor ácido y metacomentario sobre el género noir.
Las decoraciones navideñas aparecen una y otra vez, pero nunca influyen emocionalmente en los personajes. Son parte del decorado de un mundo cínico y moralmente ambiguo.
La Navidad está presente, pero no importa. Y esa es justamente la idea.
Carol (2015)
Carol inicia en temporada navideña, con el primer encuentro entre sus protagonistas en una tienda llena de decoraciones. Sin embargo, la película no gira en torno a la festividad.
La Navidad funciona como punto de partida para una historia de amor contenida, marcada por la represión social y el deseo no expresado. El invierno refuerza el tono íntimo y silencioso del relato.
No hay celebración. Hay descubrimiento emocional.

